lunes, 13 de febrero de 2023

 Ya estoy cansado de estar pensando en si lo hago o no.

Se que lo que haré a continuación puede complicar la situación pero ya me cansé de ser un cobarde y que otros se rían de mi por lograr algo que ellos se lo encuentran fácil.

Así que entro a la estancia dando un portazo sin importarme nada y nadie a mi alrededor. Solo me centro en mi objetivo así que la agarro y la atraigo a mi boca.

La tomo como si mi vida se fuera en ello, por cada segundo que pasa siento como si mi cuerpo se calentara, cuando no puedo soportarlo más la separo de mi.

Todos a mi alrededor se quedan impresionados con mi arrebato. Las persona que me conocen saben cuanto odio la yuca y el haberme bebido una batida de yuca de esta forma deja en shock a todo el que me conoce.

Los miro a todos con ojos desafiantes y nadie se atreve a mantenerme la mirada así que agarro a mi acompañante y me la llevo.

Cuando llegamos al coche la ayudo a entrar y antes de cerrar la puerta ella me jala de la camisa y deja rozar nuestros labios, tentándome en el proceso.

-Oye no debiste de hacer eso- me río - no me dejaste disfrutar mi bebida aunque admito que fue un buen método.

-Vi mi oportunidad, la aproveché y de paso maté dos pájaros de un tiro.

La descarada me da un pico y me dice.

-Me doy cuenta pero además de dejarlos con la boca abierta los dejaste con la imaginación a mil y recuerdos suficientes para satisfacerse a solas- me da otro pico - y veo que al igual que ellos te quedaste con recuerdos buenos porque ese porno con ropa que hiciste nos puso a los dos y no niego que me gustó.

La miro y me separo. Cierro la puerta y me monto en mi asiento, enciendo el auto y arranco. En vez de poner mi mano derecha en la palanca de cambios la pongo en uno de sus muslos y me encanta que se haya puesto aquella falda negra de cuero que le queda tremenda.

-Si quieres llegar vivo a casa mejor concéntrate en conducir que si sigues subiendo tu mano te juro que te salto encima.

-Alto ahí vaquera no queremos dar otro espectáculo y menos en vía pública- agarro su mano y la entrelazó con la de ella y la pongo en la palanca de cambios - así esta bien? Señora no aguanto que mi hermanastro me ponga una mano encima.

-Está perfecto ahora descansa y conduce que luego no te daré chance para nada.

Solo le sonrió coquetamente y le robo otro pico anticipando todo lo que pasará luego de que lleguemos a casa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario